Los caballos son unos de los animales que más han sido utilizados por los ejércitos de una buena parte de los territorios a lo largo de los siglos. En eso profundizamos la semana pasada en la primera parte de este artículo, pero no podemos obviar que ha habido y continúa habiendo otros animales usados militarmente. Hoy continuamos con esta temática haciendo un repaso por estas especies que han tenido que sufrir la estupidez de las guerras humanas. La mayoría de la información presente en este post ha sido extraída del artículo «Los animales y la guerra. Historia militar», citado más abajo.
Perros
Se cree que los perros debieron participar en las guerras, en un primer momento, como acompañantes de los seres humanos. Después, fueron utilizados como atacantes del enemigo. Así sucedió en el siglo VI a.C., cuando el rey Aliates II, en Anatolia, mandó a sus hombres a la guerra con perros grandes y fieros. Siglos después, Cristóbal Colón (1451-1506) trasladó perros a América que, en algunos casos, fueron usados para atacar a los indígenas rebeldes.
Estos animales también se han usado para la vigilancia de prisioneros, como métodos de transmisión de mensajes, como en la Guerra de los Siete Años (1756-1763), o para localizar heridos.
Más recientemente, se han utilizado para detectar explosivos. En la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los perros fueron usados por los rusos como sistema antitanque para la destrucción de carros alemanes, en los que el explosivo detonaba cuando el perro pasaba por debajo de un tanque en busca de comida, provocando su inevitable muerte. Los animales eran alimentados desde cachorros dentro de los tanques o junto a ellos para lograr el cometido final. Después, se les privaba de alimento durante un tiempo para más tarde colocar la comida en las cercanías de los tanques y soltarlos con la carga de explosivos que acabarían provocándoles la muerte. Este experimento usó también víctimas de otras especies, como burros o camellos.
En esta misma guerra, en concreto, los perros fueron usados para otros múltiples fines, con historias que han traspasado el paso del tiempo y han llegado hasta nuestros días, en las que me centraré próximamente en esta sección.
Camellos y dromedarios
Los camellos y dromedarios han participado en guerras desde tiempos muy remotos. En la Batalla de Qarqar (853 a.C.), fueron aproximadamente un millar los dromedarios utilizados. También los usaron los persas en la Batalla de Timbrea (547 a.C.), contra los lidios y como arma anti-caballería. Y en la de Carras (53 a.C.), fueron utilizados para transportar flechas para los arqueros. Estos animales han estado, sobre todo, presentes en guerras del norte de África y Arabia, y también durante algunas conquistas islámicas, durante el Colonialismo o en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), por parte de británicos y otomanos.
En 1856, los estadounidenses importaron algunos de estos animales para su uso como medios de transporte militar. A día de hoy, en lugares como Jordania, India o China siguen siendo utilizados en patrullas fronterizas y unidades de honores.

Aves
En el año 390 a.C., los galos invadieron Roma y trataron de conquistar la colina Arx durante la noche, ya que por el día les había sido imposible. En la zona, se situaba el templo de la diosa Juno y un corral con ocas que se presuponían sagradas. Cuando los galos se aproximaron, las ocas, con sus graznidos, despertaron a los romanos, que lograron así evitar la conquista.
Durante la Primera Guerra Mundial, los franceses panearon trasladaron loros a la Torre Eiffel para que avisaran de la llegada de los aviones alemanes, ya que suponían que estos tenían una buena capacidad auditiva.
Un caso que no puede dejar de mencionarse es el de las palomas, que tradicionalmente eran utilizadas como «mensajeras», y esa fue, precisamente, su misión militar. Los mensajes se ataban a las patas de las palomas que previamente habían sido alejadas de su palomar, a sabiendas de que volverían a este con el mensaje. En algunas épocas de la historia, llegó a existir toda una red de comunicación con este sistema, antes de la invención del telégrafo y los coches, aunque este tipo de «correo» también tuvo lugar a través de jinetes.

No se sabe a ciencia cierta cuándo se utilizó a las primeras palomas mensajeras, pero ya aparecen mencionadas en fuentes griegas o del Antiguo Testamento. A partir del siglo VIII a.C., ya eran usadas por los egipcios o persas, y quizá también por chinos o indios. Por su parte, los romanos recurrieron a ellas en la Guerra de Módena (44 a.C.-43 a.C.), así como los musulmanes en diferentes momentos, como en la Batalla de Sagrajas (1086) por el rey Al-Mu’tamid.
Siglos después, cuando el duque de Alba asedió Harleem (1572-1573) y Leiden (1573-1574), los holandeses también usaron palomas mensajeras. Estas fueron también un sistema de transmisión de mensajes en las guerras napoleónicas del siglo XIX. La aparición del telégrafo eléctrico sustituyó a estas aves, pero en algunos casos se siguieron utilizando, como en el sitio de París (1871); en la Guerra Civil Española (1936-1939) a modo de enlace con los puntos asediados; o en las dos guerras mundiales. En la Segunda, algunas palomas fueron, incluso, condecoradas.
En España, el último vuelo militar de una paloma mensajera se realizó en 2008. Nuestro país llegó a tener un Palomar Militar Central, primero en Guadalajara, y a partir de 1920, en Madrid.
FUENTES CONSULTADAS
Ética Animal (s.f.). Uso militar de animales.
Lorén, G. (2015). Los animales y la guerra. Historia Militar. Historia Veterinaria.
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