Podría decirse que nuestra historia es también la historia del especismo. Es innegable que en todas las épocas ha habido personajes que han defendido a los animales o han mostrado compasión por ellos, pero esto nunca ha sido algo generalizado. Que los animales trabajaran en el campo, que fueran usados para transportarse o para llevar el correo y que se utilizaran en las guerras era algo normal y bien visto, aunque todavía en la actualidad seguimos viendo estos tipos de explotación en algunos contextos.
Pero los animales no son objetos. Ni son máquinas, ni son vehículos, ni son carteros, ni son armas. Los animales no quieren servir a ningún ser humano. Y tampoco deben hacerlo, porque no nos deben nada. Llegará el día en el que todos ellos sean respetados. Mientras tanto, nunca está de más recordar algunos de los ejemplos históricos de la instrumentalización de los animales.
Transporte
Es imposible hacerse una imagen mental de la Edad Media sin caballos de por medio. Y es que estos animales eran utilizados para trasladarse de unos lugares a otros, independientemente de la distancia. Además, eran un instrumento más en las guerras, no solo durante la época medieval, sino también en otras etapas de la historia y prácticamente hasta nuestros días.
Los caballos se utilizaban también para transportar el correo, después de que el italiano Francisco de Tassis (1459-1517) o Franz Von Taxis en alemán, cuyo apellido dio origen a la palabra «taxi» que utilizamos en la actualidad, fuera encomendado por el emperador Maximiliano I (1459-1519) para reformar el correo. Al final, se acabó estableciendo un servicio postal a caballo por toda Europa, creando una empresa pionera en aquel momento. Y es que las principales monarquías del momento deseaban disponer de un servicio de estas características. Los Von Taxis acabaron enriqueciéndose gracias a ello.
El correo a caballo consistía en el transporte de las cartas con un sistema de relevos entre unas ciudades y otras donde se cambiaba a unos animales por otros. Para ello, se configuraron diferentes rutas, por ejemplo, la de Bruselas a Burgos, que tenía una duración de una semana y podía alargarse en invierno. En España, los servicios postales de los Taxis llegaron durante el reinado de Juana I de Castilla (1479-1555) y Felipe I el Hermoso (1478-1506).
También transportaban el correo las palomas llamadas mensajeras. O más que el correo, determinados mensajes que una persona quería hacer llegar a otra. Desde las más antiguas civilizaciones, se han criado y adiestrado palomas para este uso, sobre todo en el mundo militar, algo que no cambió demasiado hasta después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En este conflicto, la paloma Gustav trasladó al Reino Unido las primeras noticias acerca del desembarco de Normandía, por lo que después recibió una condecoración. Previamente, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) había sido condecorada la paloma Cher Ami.
En la naturaleza, una paloma no se alejaría demasiado del lugar donde habita o anida. Para entrenarlas, se las alejaba de estos sitios, cada día un poco más, y se las soltaba para que volvieran a ellos. Así, las palomas podían recorrer hasta 700 kilómetros con mensajes atados a sus patas y siempre volvían a su palomar gracias al gran sentido de la orientación que poseen.
En la Grecia antigua, las palomas mensajeras eran utilizadas para trasladar quiénes habían sido los ganadores de los Juegos Olímpicos. En el año 1167, existía todo un servicio postal a través de palomas entre Siria y Bagdad. En sus orígenes, la agencia Reuters, fundada en 1951, usaba a estas aves para transmitir noticias entre Bruselas y Aachen.
En el campo
Animales como bueyes, mulas, caballos o burros han sido utilizados por los seres humanos para las tareas agrícolas desde tiempos antiguos, e incluso hoy en día se siguen explotando para tales fines en algunos pueblos o países.
Durante la Primera Guerra Mundial, la falta de caballos por su uso militar provocó que incluso los animales de los circos fueran utilizados para las labores del campo. Eso fue lo que sucedió con camellos o elefantes, que pasaron de recorrer los pueblos dentro del espectáculo circense a ser usados para tirar de los arados en países como Inglaterra.
Aunque no fue explotada en el campo, en esta época se hizo famosa en este mismo país la elefanta Lizzie, que fue utilizada para transportar chatarra.
FUENTES CONSULTADAS
Correos (s.f.). Francisco de Tassis, primer Correo Mayor de España.
Ibarra, M. (2017). La paloma mensajera, un ave que ha hecho historia. Mis animales.
Linares, I. (2016). La paloma mensajera, cuando la comunicación dependía de un animal. El androide libre, en El Español.
Sanz, J. (2017). Cuando los animales del circo tuvieron que trabajar en las fábricas y en el campo. Historias de la Historia.
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