En 2021, se presentaba a la población el borrador de la futura Ley de Protección Animal en España, que era vista como un avance por muchos de quienes nos consideramos animalistas y por asociaciones que luchan por esta causa. La normativa se planteaba con el objetivo de lograr el abandono cero y el sacrificio cero. Pero poco a poco, las esperanzas ante esta ley fueron disminuyendo.
En noviembre del año pasado, el PSOE ya daba a entender que había puntos de la norma en los que se mostraba desfavorable, concretamente, los que afectan a los perros utilizados para la caza, como el límite de animales registrados a nombre de una persona o la prohibición de la cría y venta de estos por particulares. A los cazadores no les gustaba la ley, y muchos ayuntamientos en zonas rurales de este país, donde se practica la actividad cinegética, están gobernados por el PSOE. Ya entonces, los socialistas estaban tratando de frenar la tramitación de la norma.
Sin embargo, pocos imaginábamos hasta dónde podía llegar la presión del lobby de la caza, aunque sabíamos que los cazadores no dejarían de intentarlo. Durante meses, estos han insistido con sus bulos sobre la prohibición de la tenencia de ciertos animales, sobre la esterilización obligatoria que en ningún momento se menciona en la ley y otra serie de mentiras que han ido apareciendo en todo tipo de medios de comunicación, puede que con el objetivo de crear una absurda alarma o miedo entre quienes tienen, por ejemplo, un hámster.
Y llegó la enmienda de la vergüenza
A pesar de todo, el 1 de agosto de este 2022, al fin se aprobaba el proyecto de ley en el Consejo de Ministros, como no podía ser de otra manera, con el beneplácito del PSOE. Parecía que la cosa se complicaba para los cazadores, hasta que después de las vacaciones de verano, los socialistas nos sorprendían con la enmienda de la vergüenza, en la que pedían la exclusión de los perros de caza de la Ley de Protección Animal.
Las redes sociales comenzaron a inundarse con el hashtag #MismosPerrosMismaLey, porque no hay ninguna diferencia entre el perro que convive contigo y el que usa tu vecino cazador en la actividad cinegética. Todos merecen la misma protección, y los de caza no pueden quedar excluidos porque son los más maltratados. Incluso un autobús recorrió Madrid pidiendo al PSOE que retirara su enmienda, y rostros conocidos de la televisión se unieron a la campaña.
Lo cierto es que esta cuestión amenazaba la tramitación de la ley, que ya había sido lenta y aún lo sería. El PSOE no cedía. No quería perder unos votos que no va a tener, así que desde Unidas Podemos, propusieron que los perros de caza quedaran excluidos de la norma durante el desarrollo de la actividad cinegética, mientras el colectivo animalista, en parte, perdía más, si cabe, las esperanzas en la ley y en el partido morado. Pero los socialistas no aceptaron ni esta ni otras propuestas. Querían que su enmienda saliera adelante, y así ha sido.
Desde Unidas Podemos, insisten en que el PSOE todavía está a tiempo de dar un paso atrás y que los perros usados para la caza estén incluidos en la futura ley. Quienes defendemos a los animales no dejamos de insistir en ello, y lo haremos hasta el final, aunque hay quienes opinan que es mejor que la ley caiga, pues no solo excluiría a estos canes, sino también a los toros asesinados en las plazas, a los animales de consumo o a los cetáceos utilizados en espectáculos.
La exclusión está casi asegurada
En este escenario, sin embargo, lo más probable es que la ley sí se apruebe, pero sin los perros de caza. Animales que son un instrumento para los cazadores, quienes no dudan en ahorcarlos o tirotearlos cuando no les sirven para cazar. Otros los abandonan, y otros directamente los llevan a las puertas de las protectoras o las perreras. Qué detalle.
Si hay un grupo de perros que necesita protección es precisamente el de los utilizados para la actividad cinegética. Solo hay que entrar en cualquier protectora para darse cuenta de la cantidad de abandonos de galgos o podencos, dos de las razas preferidas de los cazadores.
El PSOE sabe que lo tendrá difícil en las próximas elecciones, y no quiere perder votantes. Pero lo cierto es que el voto de los cazadores ya lo tenía perdido, a menos que su programa se convierta en el de Vox o el del PP, con quienes se ha aliado para aprobar su enmienda. Para el PSOE, valen más unos votos que no tendrá que la protección animal.
Más allá de votos de cazadores, el PSOE es consciente de que muchos alcaldes de pueblos son de su partido. Alcaldes que a veces también son cazadores, o que no lo son, pero no quieren quedar mal con sus vecinos caciques que sí lo son. Y en un ámbito más amplio, no se puede hablar de caza y PSOE sin mencionar al presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, que tampoco quiere perder el voto de sus alcaldes y de los cazadores que practican la actividad cinegética en la Comunidad. Al final, por mucho que se denomine socialista, el Gobierno de Castilla-La Mancha no es tan diferente del de la otra Castilla, gobernada por el PP y Vox, que acaba de hacer gratuitas las licencias de caza y pesca.
En las últimas semanas, a causa de toda esta polémica, se ha difundido un vídeo que reproducimos a continuación, en el que vemos que no es la primera vez que los cazadores gobiernan. No olvidemos que nos enfrentamos a un lobby.
A pesar de todo, es importante que la ley salga adelante y que no caiga, pues hay muchos otros puntos que mejorarían la situación de los animales en nuestro país. Nada se consigue de un día para otro, aunque desearíamos el fin de la caza, como el fin de la tauromaquia o de la explotación de los animales en general. Y seguiremos luchando por conseguirlo, con o sin leyes de protección animal. Somos muchas las personas que disfrutamos de la naturaleza sin destruirla, y los cazadores, al fin y al cabo, lo saben. Si no, no se valdrían de tanto bulo sin sentido.
El próximo 5 de febrero, quienes defendemos a los animales diremos, una vez más, NO A LA CAZA.
2 comentarios sobre “¿Qué sucede con los perros usados para la caza en España?”